DIABLOS Y CARDENALES

Nos comentaba un Turbayista de los de raca mandaca, que esta historia, la oyó de uno de los funcionarios de confianza de la Nunciatura Apostólica.
“En los finales del año 1999, con motivo de las fiestas religiosas de fin de año, y época de la terminación del milenio, por tradición de la Santa Sede, a los mandatarios y ex presidentes de los países con los cuales el estado Vaticano tenía relaciones diplomáticas, acostumbraba a enviar tarjetas de congratulación por la navidad, las cuales venían directamente con el saludo y la firma del Santo Padre, para la época el Papa era Juan Pablo II, Estando el Camarlengo reunido con el Papa firmando las tarjetas, el obispo le iba indicando el nombre del Personaje y su nacionalidad, de Argentina estaba Carlos Menen, de Venezuela Carlos Andrés Pérez, de Colombia Alfonso López, de Panamá Omar Torrijos entre otros; cuando le correspondió el turno al Colombiano Julio césar Turbay Ayala, el Papa se quedó pensativos y le dijo a su asistente, este ex mandatario me suena, por qué lo recuerdo ?.. Y después de repasar algunos episodios el Camarlengo le recordó con gran regocijo: Claro su Santidad que lo recordamos por que fue el Ex – mandatario Colombiano que le envió un mensaje de felicitación, cuando en el campeonato de las grandes Ligas del béisbol Americano, los Cardenales de San Luis apabullaron a los Diablos Rojos.

El santo padre esbozo una angelical sonrisa y con una bendición especial firmó la tarjeta y a nombre de los Cardenales, le agregó un gracias por tan oportuna congratulación.LOS CORBATINES DEL PRESIDENTE

Corría el año 1981, el presidente Turbay tenía grandes dificultades internas y una deslucida imagen especialmente con los países europeos, como resultado de la aplicación del Estatuto de Seguridad, que acabó con los derechos individuales y a la oposición se le equiparó con el terrorismo. Ante esta grave situación el Presidente decidió iniciar un periplo por el Viejo Continente para tratar de mejorar las deterioradas relaciones Como es de todos conocido, el Presidente Turbay tratando de imitar a su mentor el Expresidente López Pumarejo, usaba los célebres alzacuellos o corbatines; cuando llegaron a Roma, una de las primeras actividades oficiales fue visitar los almacenes exclusivos donde vendían tan original prenda, allí en la más importante boutique, con la ayuda de su esposa Nidia nuestro Presidente con evidente alegría adquirió la más exclusiva caja de corbatines que en Roma existían.

La gira fue un fracaso, los sindicatos y organizaciones sociales en el viejo Continente, le hicieron mítines y manifestaciones de protesta, pero él estoico e imperturbable siguió y terminó el planeado viaje, que solo sirvió para adelgazar el ya menguado presupuesto nacional.

A las pocas semanas de la llegada de la gira, una de las delegaciones diplomáticas acreditadas en el País, iba a ofrecer una elegante recepción con motivo del aniversario de su independencia; el invitado principal sería el Presidente Turbay, quien consideró propicia la oportunidad para estrenar uno de sus elegantes corbatines adquiridos en la Ciudad Eterna.
Pero las cosas que tiene la vida, nos contó Julita el Ama de llaves, quien era oriunda de Villapinzón Cundinamarca; que al ir a alcanzar el corbatín, la caja no apareció; la conmoción fue total, La primera Dama y toda la servidumbre de Palacio revolcaron y buscaron por todos los rincones, pero el preciado Tesoro no se encontró, el presidente resignado debió utilizar uno de sus viejos corbatines.

Ese mismo día, la primera Dama, llamó al militar jefe de Seguridad de Palacio y lo puso al tanto de tan penoso suceso, para que procediera a iniciar como es costumbre en Colombia, la respectiva y exhaustiva investigación sobre la misteriosa desaparición.

Paso algún tiempo y en al remover unas prendas del guardarropa del Presidente, encontraron la famosa caja de los Corbatines, la felicidad llego a palacio, todos celebraron y Doña Nidia alborozada y feliz, busco al militar encargado de la investigación , para pedirle que cerrara la indagación ya que las prendas habían aparecido.
El Oficial experto en el célebre estatuto de Seguridad que regía en el País; estupefacto, le dijo a la sobrina y esposa del Presidente Turbay; que eso no se podía hacer, que eso no podía ser cierto, que era imposible; porque la policía judicial después de profunda investigación, ya tenían a dos individuos en las caballerizas del Cantón Norte que habían confesado ser los autores de tan execrable delito, ellos declararon espontáneamente haber hurtado la Caja de Corbatines de las habitaciones presidenciales.

En esos momentos el Presidente con regocijo observaba sobre su señorial escritorio, donde también se encontraba el decreto del Estatuto de seguridad, que gracias a los buenos oficios de los diligentes investigadores, se les había aplicado a estos sediciosos ciudadanos, que a esa hora le hacían compañía al poeta Vidales, quien declamaba ante los investigadores en las horrorosas caballerizas.”El medio ambiente no es una propiedad que podamos destruir, es una responsabilidad que debemos proteger.” – Dennis Waver